No os dejaré huérfanos…

Created with Sketch.

No os dejaré huérfanos…

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,15-21):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Palabra del Señor

NUNCA NOS DEJAS HUÉRFANOS

No nos dejas huérfanos, Señor,
nunca nos dejas huérfanos.

Cuando amamos
y seguimos tus mandatos,
tu Espíritu de amor nos hace compañía
y es, para nosotros, fuerza y aliento,
soplo gratis de vida
y tregua en el trabajo
para continuar con amor y fidelidad.

Cuando obramos mal,
tu Espíritu de verdad
remueve nuestras entrañas
y es para nosotros luz en la oscuridad,
agua viva para limpiarnos,
bálsamo para las heridas
y garantía de tu amor y fidelidad.

No nos dejas huérfanos, Señor,
nunca nos dejas huérfanos.

A la hora de testimoniar la fe
y dar razón de nuestra forma de vivir,
tu Espíritu de vida nos acompaña siempre
y pone, a nuestro alcance,
las palabras adecuadas,
esas que necesitan
quienes buscan y ofrecen amor y fidelidad.

Y si el miedo a la libertad
y la pobreza de nuestros proyectos
secan el corazón y lo hacen yermo,
tu Espíritu, manantial de agua viva,
lo riega para convertirlo en oasis fecundo
donde florezca, a tiempo y a destiempo,
tu amor y tu fidelidad.

No nos dejas huérfanos, Señor,
nunca nos dejas huérfanos.

Vivimos el presente con serenidad
y miramos el futuro con esperanza,
porque tú no te olvidas de nosotros
aunque nosotros nos olvidemos de ti.
Tú estás en lo más hondo de nosotros
Derramando en nuestros corazones,
a manos llenas, tu amor y fidelidad.

Aunque pasemos dificultades,
aunque fracasemos en nuestros intentos,
aunque la desgracia nos visite,
aunque nos rompamos a jirones,
aunque la muerte nos recoja antes de tiempo,
confiamos en tu promesa
de amor y fidelidad.

No nos dejas huérfanos, Señor,
nunca nos dejas huérfanos.

Florentino Ulibarri

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.