EL ENVÍO MISIONERO

RITO DEL ENVÍO DE AGENTES PASTORALES
Envío Misionero con la imposición de la Cruz

HERMANOS: HOY RESUENAN ENTRE NOSOTROS LAS PALABRAS DE JESÚS: “Id al mundo entero y haced discípulos de todas las naciones, bautizándoles en nombre el Padre del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

Celebrante: “Hoy como ayer, Jesucristo nos envía por los caminos del mundo para proclamar el Evangelio a todos los pueblos de la tierra”. Cristo nos necesita como misioneros.
¿Están dispuestos a trabajar con entusiasmo en la misión de llevar el Evangelio a todas las realidades presentes en nuestra parroquia, para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo misionero de comunicar la fe?
Todos: Si, estamos dispuestos

Celebrante: “La fe y el amor se necesitan mutuamente, porque la fe permite al amor seguir fielmente su camino”
¿Están dispuestos a intensificar, con esperanza, el testimonio de la caridad y misericordia especialmente entre los más necesitados de nuestra sociedad, de modo que vosotros podéis convertirse en signo vivo de Cristo Resucitado?
Todos: Si, estamos dispuestos

Celebrante: “Lo que el mundo necesita hoy son testigos de la fe”
¿Están dispuestos a revitalizar el don de la fe, haciéndola resplandecer cada día más, ofreciendo ante el mundo un testimonio creíble de Jesucristo que se manifiesta en la comunidad de los bautizados?
Todos: Si, estamos dispuestos

Bendición de las cruces:

Padre santo, que has manifestado tu amor al mundo en tu Hijo exaltado en la Cruz, bendice estas cruces que entregamos a estos agentes de pastoral y a estos fieles para que llenos de la gracia recibida en el Bautismo y al envío recibido en la Iglesia, realicen con fidelidad la misión de la Iglesia de Cristo en el mundo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Entrega de la cruz

Oración de todos los agentes pastorales

Padre nuestro, Tu Hijo Unigénito Jesucristo resucitado de entre los muertos encomendó a sus discípulos el mandato de “id y haced discípulos a todas las gentes” Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia.
Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia de ser testigos del Evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces que traigan vida y luz al mundo.
Ayúdanos a hacer que todos puedan experimentar el amor salvífico y la misericordia de Jesucristo, Él que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén